A la hora de comprar un coche de segunda mano, una de las preguntas que nos hacemos y que más resquemor nos supone es: ¿Será real la lectura del cuentakilómetros? Tristemente, muchos vendedores de vehículos de ocasión los manipulan, y nunca tenemos la seguridad de que nos están diciendo la verdad.

Sin embargo, hay una serie de claves en las que debemos fijarnos para que no nos manipulen y sepamos al dedillo el kilometraje real del coche de ocasión, por ejemplo, el Kia, que queremos comprar:

- Una cosa que la mayoría de los conductores no sabe es que la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene a nuestra disposición unos informes llamados "del vehículo", en el que entre otros datos, se incluye el kilometraje real detectado por sus técnicos en la última inspección de ITV. El coste de solicitar estos datos no llega a los nueve euros.

- Pide al vendedor, ya sea freelance o un concesionario, que te deje ver la tarjeta de inspección técnica que le dieron en su última ITV. Comprueba los datos de kilómetros recorridos que vienen ahí, y compáralo con el cuentakilómetros. Pide la original, nada de duplicados, y si no te la dan, desconfía.

- Un desgaste importante de los asientos, el salpicadero, el volante o el cambio de marchas que no se corresponda con un cuentakilómetros que marque poco indica que puede haber sido manipulado. Fíjate en esos detalles.

- En concesionarios serios, como en Naia Car, te dejaremos que hagas una revisión mecánica del vehículo en tu taller de confianza. Pide a los técnicos que revisen el arranque de motor, el embrague, los frenos y los neumáticos. Y que te digan si su estado corresponde al de un coche con ese recorrido.

- Finalmente, con el número de bastidor del coche, puedes comprobar, llamando a un concesionario oficial de la marca, el año de venta, lo que te dará muchas pistas.